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Las hadas de la Ventana

Suena la campanada de las doce y Alvaro se levanta. Es la hora en que debe dejar entrar a las hadas por la ventana de la recamara de su hermana. A ellas les gusta eso. Su madre se enoja y le reta, dejandolo sin postre o sin ver su programa favorito de television. Alvaro se enoja, patalea y deja de hablarle a la tonta de mama. Ella no se ha dado cuenta de que las hadas se han llevado a su hermana y cada noche, al dar la campanada, vienen a dejarle un recuerdo. Una carta. Un cabello. Lo que sea. Alvaro no quiere olvidarla. 
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Memories