El ojo hinchado se le caia seguido de un rastro de pus mientras el olor nauseabundo penetraba cada rincón del lugar y desde la puerta, Nina pensó que tal vez era buena hora de enterrar a su conciencia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
El blog de una escritora en progreso...
1 comments:
Qué grotesco. ¡Me encanta!
Post a Comment