Protesta en Ciudad Juárez durante la visita de Calderón.

Protesta en Ciudad Juárez durante la visita de Calderón.

* “Todos somos Juárez, el dolor de esta ciudad es el dolor de todo México”.

Begoña Urquidi | Ciudad Juárez
Actualizado jueves 11/02/2010 19:20 horas


El presidente Felipe Calderón presentó en Cuidad Juárez un nuevo plan social con el que se pretende combatir la violencia del narcotráfico con medidas que favorezcan la creación de empleo y mejoras en los servicios de salud y educación.

“El dolor de Juárez es el dolor de todo México; Todos somos Juárez”, dijo el mandatario mexicano durante el anuncio de una nueva estrategia integral que incluye un paquete de acciones sociales que ayuden a reconstruir el tejido social fuertemente dañado por la situación de violencia que se vive en este municipio fronterizo.

Calderón presentó un nuevo plan de seguridad pública en el que todos los poderes deben trabajar de la mano teniendo en cuenta a los propios juarenses. “Juárez es nuestro problema, una herida que aún no hemos podido cerrar y que presenta el mayor desafío actual para México”, señaló.

El escenario que recibió al presidente Calderón, era el de una “ciudad devastada”, según el Diario de Juárez, que expuso la crudeza que se vive en esta cuidad donde los asesinatos, desapariciones, extorsiones y secuestros han provocado el éxodo de los ricos hacia El Paso (EEUU) y la descomposición social entre los pobres, hasta hacer de Ciudad Juárez una de las ciudades más peligrosas del mundo.

La nueva estrategia “mantendrá la presencia del Ejército en todas las zonas rurales del estado, con el fin de identificar focos rojos y problemas que no han podido ser resueltos hasta el momento”, expuso

“Vamos a reconstruir esta ciudad y no sólo en obras públicas, sino en el sentido social, de integración, de valores y de eficacia policial”, apunto el mandatario en referencia a la nueva estrategia integral en la que se llevaran a cabo una serie de acciones sociales encaminadas a sacar de la pobreza a este municipio de dos millones de habitantes.

Las madres de las víctimas

Durante su visita, el presidente mexicano se reunió con organizaciones civiles y sociales, con autoridades de Chihuahua y durante dos horas mantuvo un encuentro con las madres de las víctimas a las que pidió disculpas. “Me apena como presidente de México ver lo que está pasando en Juárez, y espero que estas muertes sean el sacrificio que nos haga cambiar”, apuntó.

Madres que transmitieron su preocupación ante el clima de violencia que cada vez más afecta a la población civil. “Eran muchachos ejemplares, deportistas, estudiantes y buenos hijos como quisiéramos que fueran los hijos de todos”, comentaron las madres.

Un encuentro que también tuvo momentos tensos cuando un grupo de seis madres se puso de pie y le dio la espalda. También hubo algunas protestas en las calles de la cuidad contra la visita del mandatario y su mala gestión en los últimos años.

Una de las madres interrumpió el discurso del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, y se acercó a la mesa del presidente para decirle que no era bienvenido a Cuidad Juárez.

El resto de mujeres también alzaron su voz y protestaron por la muerte de sus hijos y por la impunidad que existe en la ciudad. La mujer le preguntó a Calderón "¿Qué harías si hubiera muerto alguno de sus hijos?. Yo buscaría a los culpables hasta el final pero como no tengo los recursos para hacerlo... Ustedes sí los tienen y no hacen nada para que se haga justicia, grito".

Calderón anunció un nuevo sentido a esta estrategia que hasta ahora sólo ha contado con militares y policías como brazo ejecutor pero a la que Calderón pretende darle un giro social. En esta dirección, el mandatario mexicano presentó un paquete de medidas para favorecer la creación de empleo y que incluyen la mejora en los servicios de salud y educación.

El ‘Plan de Intervención Juárez’ presentado "se aleja de la represión como estrategia para incidir en la prevención haciendo hincapié en el tratamiento de adicciones en la creación de empleo y en levantar nuevas escuelas y hospitales de la mano de las organizaciones civiles y sociales de Ciudad Juárez”, señaló Calderón.

Con una inyección de dinero sin precedentes, estimada en más de 3 mil millones de pesos (232 millones de dólares), la nueva estrategia para Ciudad Juárez, instalará una mesa de trabajo permanente en la que participarán autoridades de los tres niveles de gobierno (Gobierno, estado de Chihuahua y ayuntamiento), coordinados por el ministerio de Seguridad Pública.

Tras el asesinato la semana pasada a sangre fría de 16 jóvenes durante una fiesta la opinión pública mexicana demandó una mayor implicación del Gobierno central.

La más violenta

La presencia del presidente en esta ciudad, que tan sólo ha visitado en un par de ocasiones a pesar de ser una de las más conflictivas del país, intenta tomar las riendas de un problema que los mexicanos siguen de refilón pero que amenaza con hacer desaparecer el Estado en una de las ciudades que antes de la crisis económica proporcionaba el 5% del PIB del país gracias a las grandes fábricas de confección de textiles y aparatos electrónicos con destinto a Estado Unidos.

Hasta el momento Calderón ha hecho de la lucha contra el narcotráfico una de las principales banderas de su gestión. Su primera decisión nada más llegar a los Pinos (residencia oficial), fue sacar más de 30.000 soldados a las calles en algunos de los Estados 'calientes' del país. En Ciudad Juárez siguen desplegados 8.000 militares y policías que tampoco han logrado frenar un rosario de muertes que ha llegado a contabilizar 65 cadáveres en un solo día.

“Uno se acostumbra a la violencia, se vive con eso”, afirma un taxista de la ciudad que reconoce que muchas noches sale en el taxi armado porque le han atacado varias veces en los últimos meses. "La gente está cansada y no está de acuerdo con la política del Gobierno y la presencia de tanto federal que sólo le para a uno para sacarle unos pesos para el refresco pero jamás se han dado cuenta de que ando armado", apunta.

Este malestar que se siente en la cuidad y que se manifiesta en una de las pintadas que ayer aparecieron en una pared del centro pidiendo la renuncia de Calderón “por asesino y traidor a la patria”.