0

Entre Lineas -- 4

Episodio 4: The Few… The Proud… The Geeky


El día había llegado. El primer evento era la carrera de velocidad con obstáculos en parejas. De dos en dos se iban enfrentando hasta quedar solo ocho equipos vivos. Leyb se haría cargo para el equipo que se presentó al evento con el nombre de: El Clan.

- No dejes que el Trolo te meta el palo de hockey entre las piernas – le decía Rave mientras se preparaban para la salida. Leyb iba por la carrera con objeto al frente – y no dejes que te tome la delantera. Aléjate de él lo más que puedas.
- Acuérdate que queremos pasar a la siguiente ronda para darle en la madre a Vodka, no queremos darle en la madre a otro – dijo Góspel.
- Y si quiebras mi palo de hockey te mueres, también acuérdate de eso – dijo Rag seriamente.

Sin problemas, Leyb logró cruzar a la meta primero, sin quebrar el palo de hockey de Rag. Luego, estaba la caída en picada. Subirían a una plataforma que se sostenía mágicamente a quince mil pies de altura y desde ahí se lanzarían, en caída picada y remontaban antes de hacerse torta en el piso. En el piso estaban los jueces que determinaban quién llegaba más cerca del piso. Sin embargo, no hubo duda alguna de que Rag era quien era: un campeón en el evento. Llegó tan bajo en el piso, que rozó el césped con su cuerpo y pudo remontar el vuelo por algo que muchos catalogaron como un milagro y otros como la prueba suficiente para determinar que Rag había vendido su alma al diablo. Uno a uno de los eventos, el Clan avanzaba a las finales con paso firme. Góspel, la reina de la patineta y el snowboard. Rave, del lanzamiento en vertical y el arco. Devon en velocidad pura con obstáculo con pelea. Al final, como ya era predicho, quedaron ellos y el equipo conformado por Vodka.
En su equipo, Vodka tenía a dos integrantes que habían ganado el trofeo con Miztli Rock y que cuando él murió lo siguieron ganando con Vodka (lo cual como que hacía que Leyb se sintiera traicionado, pero ya verían los hijos de su perriuska-miuska). Sus nombres eran Shamú y Jimmy. Los otros dos, Avangarde y Funk, eran enemigos naturales pero los unía la pasión por el deporte. Antes y después de los Juegos, estos dos individuos no se podían ver ni en pintura, pero ambos reconocían las habilidades del otro y como aquí lo importante era ganar, ponían sus diferencias a un lado para hacer una mancuerna letal. Leyb y Devon ansiaban el momento de competir con ellos en la carrera por parejas (bueno, Leyb ansiaba por los dos).

- Esto es estúpido – dijo Irasumi mientras ayudaba a Rag a colocarse el ala de nuevo en su huequito normal mientras que Rag se abrazaba de un tronco de madera colocado ahí para dichas circunstancias. Estaban en las tiendas de campaña destinadas a la enfermería. Irasumi tiraba y tiraba hasta que aquello tronó y Rag gritó de dolor con lagrimitas saliéndole de los ojos.
- ¡SALVAJE! ¡IRASUMI SALVAJE!
- Pos eso te mereces, por andar con estos – dijo Irasumi molesta. Adagio le ayudaba a Devon a ponerse un vendaje en la pantorrilla (tenía una cortada que requirió puntos luego de que uno de los rivales traía una navaja oculta en su palo de hockey) y por la cara de angustia que tenía, debemos adivinar que aquello se miraba sumamente desagradable y aparatoso - ¿Qué ganan con todo esto, eeeh? Si quieren el trofeo, con todo gusto les mandamos hacer uno.
- No es el trofeo – dijo Leyb apretando los dientes, aguantándose el dolor (como los meros machos) de que Beau le estaba acomodando los dedos de la mano izquierda uno por uno y luego le ponía una pomada hecha con hierbas antes del vendaje – es el orgullo.
- Pues el orgullo te va a impedir masturbarte por las próximas tres a cuatro semanas – dijo el centauro haciendo el movimiento de que quería ver ahora la otra mano.
- ¡No importa! – exclamó Góspel - ¡Yo y mi mano le ayudaremos a masturbarse en paz!
- ¡Yo también ofrezco mi mano para consentir a un amigo en su momento de necesidad! – exclamó Rave.
- ¡Gracias amigos! ¡Son a toda madre, no esperaba menos de ustedes! – respondió Leyb conmovido.
- ¡Son una bola de enfermos! – dijo Irasumi terminando de colocar la tablilla en el ala de Rag - ¿Sabes que cada vez es más difícil decirle a la gente que te conozco?
- Al menos yo no me ando besuqueando con Ska en lo oscurito – dijo Leyb con su espíritu fregativo a todo lo que daba mientras Beau le ponía una bandita en una cortada de la mano opuesta a la vendada - ¿Ya le dijiste a Arhes que le andas poniendo el cuerno con Ska?
- ¡Lo que haga o no haga yo no es asunto de Arhes, ni tuyo, ni de nadie! ¡Si yo me quiero dar mis besotes con Ska me los doy -- ¿Y?!
- ¿Ya sabe que eres leprosa? – preguntó Devon siguiéndole el juego a su hermano.
- El también es leproso, fíjate: nos encanta compartir pedacitos de costra que se nos caen por la lepra en la lengua, por eso me gusta.
- Irasumi, cómo eres asquerosa – dijo Adagio.
- Hola Heavy – dijo Rag de pronto e Irasumi sintió que la sangre se le iba a los pies, sobre todo cuando Heavy le colocó la mano en el hombro.
- Sí, Irasumi, cómo eres asquerosa... besándote con Ska, ¿Qué's eso? – dijo Heavy en son de broma – Hasta parece que nunca les dijeron que no anduvieran olisqueando en la basura.
- No le vayas a decir a mi apá, capaz que va con el machete...
- Seré chismoso, ¡pos esta! – Heavy sonó ofendido por el simple pensamiento y le dio a Irasumi un pellizco. Luego vio al resto de la comitiva - ¿Y ustedes? ¿Qué demonio los atacó?
- ¡Los tramposos del Darko y su palomilla! – exclamó Góspel molesta - ¡Cabrones! ¡Traían pinches navajones escondidos por todos lados, mira como me dejaron al pobre de Devon!
- Cuarenta y ocho puntadas en la pierna – dijo Devon mostrando los dedos a Heavy con el número dicho y apuntando a la pierna vendada – y esta chiquitilla en el brazo, nomás fueron diez – mostró el brazo vendado ya – pero como me las hicieron aquí, pos ya te imaginarás que parezco calcetín mal cocido.
- ¿Y ya perdieron un diente? – preguntó viéndolos a todos alternativamente.
- Uno y medio, – dijo Rave apuntando a sus dientes de enfrente – el Darko me dio con el palo de hockey. Pero yo le metí el palo entre las piernas – rió orgulloso y señaló toda la línea de dientes frontales – Mira... todos... se los va a tener que poner nuevos el cabrón. – todos le hicieron porra y Devon hasta le dio el "high five".
- ¿Tons qué le digo a su apá, que siguen vivos?
- Sí – dijeron todos a coro.
- ¿Cómo está por cierto? – preguntó Leyb.
- Bien. Ayer lo encontré tirado a media sala, balbuceando algo acerca de que Paris le había dicho cabra enferma o algo así. En fin, ¿cuándo es la final?
- Mañana sabemos los eventos y la final es dos días después. ¿Vendrás? – dijo Devon. Ya estaba muy metido en el calor de la competencia (atrás quedó su rechazo a participar del todo).
- No me lo perdería – dijo Heavy sonriente.

Al salir de las tiendas de enfermería, se dirigió a donde sabía que Vodka estaba con su palomilla también recibiendo atención médica. Vodka estaba ajustando unas correas a uno de los protectores de las piernas cuando vio venir a Heavy, quien le hizo señas de que caminaran.

- Hace tiempo que no te veía por estos rumbos – dijo Heavy mientras ambos caminaban por entre las tiendas - ¿Cómo va todo por Khoriean?
- ¡Grandioso! – exclamó Vodka en tono sarcástico – Ya sabes que me encanta rodar entre vidrio molido todos los días.
- ¿Tan mal?
- Digamos que aparte de las broncas internas tenemos las broncas de los demonios, aunque ellos no dan tanta guerra, con eso de que también se andan dando en la torre entre ellos como parte del reacomodo de poderes. Si no te creas, el puto del Kube se echó a varios de los grandes por delante cuando hizo su famoso acto del hara-kiri.
- ¿Y Aramis?
- Sigue en la tierra, muy por debajo del radar, gozando de las mieles de tener a Acbal de concubina. El que está haciendo un puto desmadre ahí es Ion; el cabrón, mira, bien de la manita de Rati y de su hermanito el Yshtan se están ejecutando a todos los ángeles de la tierra con todo el morbo y lujo que uno se puede imaginar. Como que Lucifer está bien happy de que Aramis se haya escapado después de todo... bueno, de que Danká lo haya ayudado a escapar.
- ¿Qué me dices de tu padre?
- ¡Bha! ¡Ese! – exclamó Vodka con cara de pocos amigos – Supongo que sigue vivo, porque la mera verdad nadie sabe dónde está ni qué hace. Ravana dice que llegó un día, le aventó la placa sobre la mesa y muy quitado de la pena le dijo que se tomaba un sabático. Yo creo que Ravana sabe dónde anda pero no suelta prenda. Algo se traen esos dos. ¿Y los tuyos? No he visto a Aik por ningún lado.
- Anda arreglando unos asuntos fuera de la ciudad. ¿Sabes algo de Hard?
- No desde que se armó en grande el pleito entre él y Litch allá en Bangladesh.
- ¿Qué pasó? – preguntó Heavy preocupado.
- Pues nada, que Litch--- ¿Sabes que Litch es un demonio?
- Algo me han dicho.
- Bueno, pues que Litch tomó el mando de los demonios musicales que antes andaban con Lysis.
- ¿¡Los músicos!? – casi grita el otro todo escandalizado - ¿¡Mi muchachito tiene el control de la secta esa!?
- ¡Baja la voz! – exclamó Vodka haciendo movimientos con las manos para que Heavy se controlara - ¿Ya ves? Por eso nadie te dice nada.
- Bueno, ya, dime todo de una buena vez. ¿Qué pasó en Bangladesh?
- Pues que Litch, ya en control de los músicos, localizó a Asmodeus (el que les faltaba) en una prisión angelical en Bangladesh. Hard fue tras él junto con Harvey y en Bangladesh se encontraron con la compañía comandada por Soft (que eran los que resguardaban la prisión) y armaron un tremendo pleito. ¡Nom'bre! ¡Aquello fue un destripadero padre! ¿Todo para qué? Para que al final los demonios se llevaran a Asmodeus de todas maneras y de los demás, ni el rastro todavía. ¿No se ha comunicado contigo?
- No.
- Pues ahí tienes. Ahora que los músicos andan comandados por Litch ya no tienen contrato con Aramis porque la que tenía el contrato de "lealtad" hacia Aramis era Lysis y como el resto le debían lealtad a Lysis por consiguiente se la debían a Aramis. Ahora son una palomilla de demonios musicales, libres como pájaros y que vienen con todo para tomar el lugar que dejó Itzy-Ky. Supe por ahí que Nuéval anda reacomodando a su ejército para levantar a Abismo otra vez.
- Sí, - dijo Heavy pensando en otra cosa a la vez que veía a Leyb y compañía salir de la enfermería – me llegó el chisme. Vodka, ¿tú qué sabes de Beau?
- ¿Beau? – dijo Vodka viendo en la misma dirección. El centauro traía en su lomo a Devon – Supe que supuestamente él y Litch andaban disputándose el puesto de Itzy-Ky. Pensé que estaba aquí ya arrepentido de sus pecados.
- No. Apareció un día sin memoria alguna de eso y convertido en centauro. El dice que se fue de la ciudad a la Tierra junto con un grupo de escandalosos y que les sacaron pleito a unos ángeles allá. Que después de eso, despertó en Caracau así y con una muy mala reputación. ¿Puedes investigar lo que pasó? Hasta ahorita yo no he tenido suerte y ninguno de mis canales la ha tenido tampoco.
- Preguntaré a mis fuentes, aunque mi madre también anduvo investigando por ahí y no encontró pista alguna que le diera referencia a lo que pasó. De todas maneras, veré lo que puedo sacar otra vez.
- Gracias, Vodka. Y... si se las vas a partir, se amable.
- ¿Bromeas? – dijo Vodka con una sonrisa de orgullo – Estuve esperando mucho tiempo para vengarme de Miztli, no pienso dejar pasar la oportunidad. – y al ver la cara que puso Heavy, concluyó – Sí lo sé todo: yo le ayudé a Kube para hacer todo esto posible.
- ¿Y sabes quién es la madre? – preguntó Heavy con curiosidad. Vodka sonrió.

Al día siguiente, estaban todos reunidos en el escenario funky en donde iban a anunciar los eventos y los competidores entre ambos equipos finalistas. Estaba presente en el evento en parte porque era de las que estaba repartiendo volantes con los horarios de los eventos y en parte porque Irasumi estaba orgullosilla de sus hermanos, aunque por fuera rodara los ojos y dijera que aquello era un festival de testosterona. Se movía de aquí para allá rodando en sus patines, invitando a todos para que fueran al rally del evento.

- ¿Y a mí no me vas a invitar? – le preguntó Arhes tomándola por sorpresa.
- ¡Canijo! ¡Deja de aparecer por la espalda, me vas a matar de un susto! – Arhes rio. Ya se encontraba repuesto de los golpes y había regresado a ser la belleza andante que siempre fue.
- Lo dicho, ¿a mí no me vas a invitar a tu fiesta de machos?
- Toma, – dijo Irasumi entregándole un volante y continuando con su tarea – disfrútalo.
- ¿Y tú no vas a ir? – dijo Arhes tomando el vuelo así como que flotando en el aire, yendo a la par con Irasumi.
- Arhes, tengo servicio con Ska: TENGO que ir.
- ¿Y no puedes NO ir?
- No. Si no voy me meten al bote. Es parte del trato por lo de... tu sabes... aquello.
- Ah, sí... aquello. Oye, aquello… bueno, lo que pasó después de aquello fue lindo. Deberíamos hacer lo que pasó después de aquello más seguido. – esto hizo que Irasumi se detuviera y se quedara perpleja viendo a Arhes, quien siguió revoloteando adoptando una pose como si estuviera recostado con el vientre en el césped y recargado sobre sus codos pero en lugar del césped, el aire. Tenía en sus labios una leve sonrisa franca.
- ¿Qué todavía no se te pasa el efecto? – preguntó la otra con voz nerviosa.
- ¡Ay qué graciosa! ¿Recuerdas lo que te dije después de hacer lo que pasó después de aquello? Lo dije en serio.
- No, no lo hiciste – dijo Irasumi siguiendo su camino, viendo al suelo, a los lados, como que si con esto Arhes dejara de seguir flotando detrás de ella, y sintiendo que de pronto se ponía de mil colores.
- Yo tomo esas cosas muy en serio.
- ¡No es cierto! – dijo y patinó más rápido. Arhes no la siguió más que con la mirada.
- ¡Mujer hermosa que envidia causas a los luceros! – dijo para sí con un suspiro.

Al castillo lo inunda el silencio.

Puedo escuchar el caer de la lluvia afuera, como si el cielo mismo se hubiera entristecido por la partida de Masha. Hasta la gente que ha venido a dejar las ofrendas se sienten vacias sin la alegria de Masha. No se que voy a extranar mas, si su risa, o si su voz, o si la forma en que sabia exactamente que decir cuando me sentia mal. Nedra parece un fantasma. Todo parece perderse en el silencio, en el vacio que se siente por todos los rincones.
Masha odiaba el silencio.

Paris ha venido a verme y le pedí a Ingram que lo atendiera y lo despidiera. No quiero ver a nadie. No quiero saber de nadie ni de nada, no quiero hablar, no quiero sentir, no quiero nada. Quiero perderme. Quiero que esto se vaya – quiero que Masha regrese y me diga que es una broma, que me diga ayanka otra vez, que se vayan todos, déjenme en paz. Masha se ha ido. Que no entienden que parte de mi corazón se fue para siempre?



Un pajarito se paro sobre una de las ramitas de un arbol para ponerse a cantar y poco despues recibio una certera pedrada que hizo que le dijera adios al mundo cruel. Aik se sento en el porchecito de la casa mientras una ligera lluvia comenzaba a caer. Tenia cara de pocos amigos y un terrible dolor de cabeza, un vaso de menjurge al lado y el diario en la mano. Se sentó en el piso de madera y se recargo sobre la pared. Todavía le daba vueltas todo. Cuando vio a Heavy aterrizar, quiso matarlo.

- Te odio - le dijo en cuanto Heavy estuvo lo suficientemente cerca - ¿sabes que te odio?
- No sabes controlar tu alcohol - dijo Heavy sentándose a su lado con una risita burlona.
- Graciosito. Si se controlar mi alcohol, pero esa porquería que me diste no es alcohol: es tortura del diablo, eso es lo que es.
- ¿Que tomas?
- No se - dijo Aik viendo el vaso con asco y pasándoselo a Heavy para que lo oliera - fue lo único que mi estomago no quiso devolver.
- Mmm. Salsa de tomate. ¿Que dice tu vieja?
- Mi vieja tenia un hermano que se llamaba Masha. Total que un día se van el, la esposa y otros amigos a cabalgar por el reino y ¡pum!: Masha y dos de sus camaradas caen de un peñasco y se matan. Vivían en Lenka, ¿te acuerdas de esa ciudad?
- ¡Ah! La casa en la playa. Si, la recuerdo... oh gloriosos días de playa - Heavy sonrió al recordar las travesuras.
- Bueno, pues esa casa era la casa del hermano y su esposa pero cuando se muere el hermano, la esposa se fue a vivir un tiempo con Universo. Eventualmente regreso a Lenka y se volvió a casar con un Duque muy adinerado; tuvo dos hijas, muy lindas por cierto pero no tuvo críos con el hermano de Universo, por lo tanto el único lazo que tenia con la Familia Real era Universo, quien la quería como una hermana. Oye, no tenia idea de que Universo adquirió los poderes hasta que tomo el Hexágono y que Insfendarmad los tomo cuando Universo lo nombro guardia personal.
- Creí que Universo era hija de Kat-Wa. - dijo Heavy con desconcierto.
- Lo era. Pero su madre era mitad mortal, mitad hada y el ser hija de Kat-Wa solo le confirió el poder y la habilidad a su cuerpo de poder soportar tal cantidad de magia. Una vez que fue duena del hexágono, entonces sus habilidades mágicas eran comparables con las de una diosa.
- Bueno, ¿y que mas dice?
- Ay... dice que estaba asi como que enamoradilla de Paris y el de ella; - rio Aik hojeando el libro - hasta solicito cortejarla y toda la cosa. Su matrimonio era casi un hecho cuando llego un dia a profesarle a su hermano sus deseos de unirse con ella. Y la otra toda volada, - leyo - "no sabia ni donde meterme. No se si era el calor del dia o mis mejillas sonrojadas por la emocion que senti cuando Paris dijo esto a viva voz y delante de toda la corte".
- Y se la bajaste... - dijo Heavy y Aik dibujo una sonrisa traviesa mientras aceptaba con la cabeza - ¡Hijo de la chingada!
- Todo fue en terreno justo – dijo Aik a la defensiva – ambos tuvimos la misma oportunidad, es más, ¡él llevaba la delantera!
- Ay Aik...
- ¿Y los muchachos?
- Siguen vivos - dijo Heavy. Aik lo miro fijamente - ¿Que?
- ¿Sanos y salvos?
- Si.
- Tu ceja izquierda esta temblando, mentiroso.
- Bueno... nomas poquito maltrechos - dijo Heavy haciendo mímicas con sus dedos.

0 comments:

Post a Comment

Siguiente Anterior Inicio

Memories